domingo, 6 de diciembre de 2009
De mi cigarro se desprenden palomas grises
Ahí quiero estar
jueves, 12 de noviembre de 2009
Gracias
Gracias, me he enamorado.
Te guardé dentro de mi sombra
Para tenerte siempre a mi lado.
Fría prisión te procuré:
El laberinto de mis miedos
Donde tu luz
Como faro
Alumbraba mi cara arrugada
Y alargaba mi sombra tanto
Que del laberinto de Minos
solo quedarían escombros
huesos y piedras.
polvo. nada.
He probado la locura
De haberme partido: gracias.
Mi carencia, mi vino
Se transforma en agua transparente.
Mi cuerpo ya no es mió.
Gracias, me he entendido.
Encuentro en mi mirada
desbordada como rió profundo
que mis ojos revelan todos los secretos del mundo
Al verte dando mi vista.
Dando mi vida al infinito
Encuentro mas alegría,
Que en la mirada que me observa.
Como sea que mira.
Gracias, Me has enseñado
Que el amor mas grande
Es el de no ir a tu lado.
De decirte adiós cada vez que no te veo.
Y morirme de nuevo
Al encontrarte sonriendo.
De bailar en tus pétalos
Iridiscentes, sin esperar panal
Sin esperar polen santo.
Combustible de danza lozana.
De mi sombra me has enseñado a separarme.
Aunque siempre este a mi lado.
Te amo tanto que no te amo.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Revelando visiones
Un pequeño cuento coqueto.
Iba caminando tranquilamente por mi bonito condado. Los árboles empezaban a ser refugio de pájaros, un resplandor naranja convertía a los objetos en oro, mis silbidos se esfumaban en el aire en calma. Todo estaba justo donde lo había dejado ayer, más o menos, a esta misma hora.
Me detuve tranquilo en un pequeño parque. Mi reloj señalaba que había tiempo de sobra y que era momento indicado para el descanso justo. Caminé hacia una de las bancas metálicas y me senté intentando disponer mi cuerpo a la comodidad, y por accidente quedé dormido.
Al despertar, confundido, me encontré hundido en un lugar oscuro, sin arriba y sin abajo, todo me era extraño. las formas eran difusas, los colores se habían perdido ¿es acaso el infierno el lugar sin color, sin sentido? ¿Qué he hecho para merecer una existencia de pronto tan pálida, de un solo color, sin destellos de calor, donde todo al tacto es frío? ¿ lugar en donde me encuentro desprotegido, sumiso, controlado por las fuerzas invisibles de la duda y de lo desconocido?
La razón regreso a mi y solventó mi desesperación: Era de noche. ¡Nunca estuve perdido! Las dulces contracciones de la risa hicieron escapar de mi los síntomas de aquel que no puede con su alegría.